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Le dio vuelta al asunto
07 Jul 2015
Su esposo demostró toda su tacañería cuando estaba a punto de morir y le dijo: “Escucha, cuando muera quiero ser enterrado con todo mi dinero. Mételo en una caja y colócalo junto a mi en mi ataúd, porque quiero poder llevarlo conmigo en la otra vida”. Ella hizo lo que le pidió, pero le dio un giro distinto.
El día del entierro se encontraban todos los familiares y amigos en el cementerio para efectuar la ceremonia. Al término de la misma, la viuda pidió un segundo antes que cerrarán la tapa del ataúd. Sacó una caja de su cartera y, con cuidado, la puso dentro de la pompa fúnebre.
“Espero que no estés tan loca como para haber puesto en esa caja todo el dinero de ese viejo tacaño”, le dijo una amiga de la familia. La anciana contestó: “Soy una buena mujer y no puedo mentir”.
Totalmente desconcertada la señora le volvió a insistir: ¿Quieres decir que pusiste todo en ese ataúd? Y la viuda le volvió a contestar que sí, que había puesto todo como prometió: “Primero lo metí en mi cuenta bancaria y luego le extendí un cheque. Puede ir a cobrarlo cuando quiera”.